El mundo de la limpieza está lleno de tips y recomendaciones, que a veces resultan sorprendentemente útiles y efectivas. Sin embargo, a veces pueden no tener los efectos esperados, y en el peor de los casos, pueden ser perjudiciales. Acá te dejamos algunas ideas equivocadas sobre la limpieza y qué es mejor hacer en su lugar.
1) Los productos de limpieza ecológicos no son tan efectivos como los convencionales
¡Falso! Los productos de limpieza que tengan características más ecológicas, ya sea por su composición o formatos, no tienen porqué ser menos efectivos para limpiar que los productos convencionales.
Existen materias primas derivadas de plantas y minerales que son tanto o más efectivas que las convencionales: lo importante son los componentes que lleva cada fórmula y en qué dosificación, para que el producto sea efectivo y funcional.
2) El vinagre y el bicarbonato de sodio son limpiadores universales
Falso. Si bien es innegable que ambos productos son excelentes limpiadores, es importante recordar que no se pueden usar para todo.
Debido al ácido acético, el vinagre puede dañar superficies de madera, esmaltados, piedra (especialmente mármol, granito y piedra caliza) y metales; por otro lado, el bicarbonato de sodio al ser alcalino puede reaccionar con artículos de aluminio y dejarlos manchados, lo mismo con el cobre, ciertos vidrios o espejos y algunas telas delicadas como la seda.
Si los vas a usar en tu casa, pon atención en las superficies que necesitas limpiar, y ante la duda, prueba en una zona pequeña primero.
3) Los plumeros son lo mejor para remover el polvo
Depende. ¿Sabías que originalmente los plumeros se hacían con plumas de avestruz? Resulta que a diferencia de otros tipos de plumas, las de avestruz atraen el polvo, por lo que son muy efectivas para removerlo de superficies. Sin embargo, actualmente los plumeros se hacen con otros materiales en su mayoría sintéticos, por lo cual más que remover el polvo, simplemente lo dispersan.
Si deseas eliminar el polvo, te recomendamos hacerlo con un paño húmedo (o dependiendo de la superficie, ¡con una aspiradora!)
4) Los desinfectantes también sirven para limpiar
Falso. Desinfectar no es lo mismo que limpiar. Limpieza es la eliminación de suciedad, como polvo, tierra, químicos, grasa y otras partículas que puedan estar sobre una superficie; desinfección es la eliminación de agentes patógenos biológicos, como virus y bacterias.
Si la superficie está visiblemente sucia, te recomendamos limpiar primero y luego desinfectar; si la superficie no está visiblemente sucia, entonces basta con desinfectar directamente.
5) Los desinfectantes actúan de forma instantánea
Falso. Existen muchos tipos de desinfectantes y dependiendo de su composición actúan a través de diferentes mecanismos sobre las superficies, y en diferentes tiempos. Esto aplica para todos los productos desinfectantes del mercado, ¡incluso para el cloro! (aunque es mejor que no uses en casa, acá te explicamos por qué), por lo que es importante siempre revisar las instrucciones de uso.
En el caso de nuestros higienizantes FreeMet con efecto desinfectante, el Higienizante de Superficies posee un 70% de alcohol de grano de azúcar y tiene un tiempo de acción de 10 segundos, el Higienizante de Baño y Cocina en base a agua oxigenada actúa en 60 segundos y el Higienizante de Frutas y Verduras en base a alcohol de cereal requiere de 3 minutos.
6) Mientras más producto use, mejor la limpieza o desinfección
Falso. Sigue siempre las dosis recomendadas para cada producto, así te aseguras de que tu casa quede limpia sin malgastar tiempo, ni producto ni dinero.
Usar una dosis excesiva puede ser contraproducente: por ejemplo, si usas demasiado detergente, es probable que no se alcance a enjuagar por completo en el ciclo de lavado, tu ropa salga “tiesa” y la tengas que volver a enjuagar, o peor aún, que tu lavadora se eche a perder.
Por otro lado, al usar una dosis demasiado baja es posible que no logres los efectos deseados: por ejemplo, si diluyes nuestro Higienizante de Baño y Cocina en agua, el producto perderá su efecto bactericida, por lo que la superficie no va a quedar 100% desinfectada.
Mejor irse a la segura y confiar en las instrucciones de uso del fabricante.
7) Los vidrios sucios se limpian mejor con limpiavidrios
Depende. Si quieres dejar tus ventanas y espejos impecables, brillosos, sin suciedad ni marcas de grasa, un limpiavidrios es definitivamente la mejor opción.
Sin embargo, si hay demasiada tierra o polvo acumulado (por ejemplo, en las ventanas de un auto), al aplicar limpiavidrios directamente y frotar vas a generar más barro que limpieza, y además corres el riesgo de rayar la superficie en caso de que hayan piedrecillas o partículas de mayor tamaño.
En estos casos te recomendamos primero remover la tierra con agua, ya sea directamente o con una paño húmedo, y luego dar el toque final con un limpiavidrios.
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