No Dejes Rastro: Descubre cómo disfrutar la naturaleza con el mínimo impacto ambiental

 

Estamos en pleno verano y mientras disfrutamos de las vacaciones y los días llenos de sol, playa y actividades al aire libre, es importante recordar que nuestra presencia en espacios naturales puede alterar profundamente la armonía y balance de los ecosistemas y la vida silvestre que los habita.

¿Podemos disfrutar de la naturaleza de forma sostenible? ¡Por supuesto que sí! Con la ayuda de los principios de Leave No Trace (No Dejes Rastro), que se originaron en los años 60 en Estados Unidos para mitigar el impacto negativo en áreas naturales provocado por actividades al aire libre como senderismo, trekking y camping.

Estos principios son un conjunto de prácticas éticas y sustentables que se complementan entre sí y se basan en una idea muy simple: dejar el entorno tal y como lo encontramos, protegiendo su biodiversidad y asegurándonos de que futuras generaciones también puedan disfrutarlo.

1) Planifica y prepara tu viaje

Planificar y preparar nuestra salida contribuye a que se realice de forma segura, agradable y sin mayores imprevistos, así minimizamos el daño y/o la utilización de recursos naturales en el lugar que visitaremos.

Infórmarte sobre el destino (regulaciones, clima, tipo de terreno, riesgos) y lleva el equipo adecuado con todo lo que podrías necesitar, incluyendo suficiente agua y comida, bolsas para residuos, ropa y protección adecuada para el frío y/o el calor, kit de primeros auxilios, etc.

2) Viaja y acampa sobre superficies resistentes

Cuando caminamos y acampamos, el peso de nuestro cuerpo y equipo siempre va a generar un impacto, dañando la vegetación y organismos que viven en la superficie. ¿Cómo podemos viajar y acampar sin contribuir a la erosión innecesaria de los suelos?

¡Usando y respetando los senderos! Y acampando en sitios establecidos. Si estás en zonas sin rutas demarcadas, camina sobre superficies resistentes (rocas, plantas de tallo flexible, etc.), y elige cuidadosamente dónde acampar: un lugar que ya presente desgaste y tenga la menor vegetación posible. Procura no ampliar el área erosionada durante tu estadía.

3) Desecha tus residuos correctamente

Todo lo que llevamos, lo traemos de vuelta con nosotros, ¡incluso los restos de comida! No sólo los plásticos y envoltorios son contaminantes, la comida (como cáscaras de frutas y verduras) también altera el balance del ecosistema, además de tener un impacto visual negativo. Que la comida sea biodegradable, no significa que pertenezca al lugar donde la estamos dejando. ¡Llévatela contigo!

Por otro lado, si hay baños habilitados, úsalos. Si no hay, utiliza técnicas como el hoyo de gato o lleva tus desechos contigo (el papel higiénico también). ¡Y nunca vayas al baño a menos de 60-70 metros de una fuente de agua! Lo mismo con el aseo personal y de utensilios: siempre lejos de la fuenta de agua natural y con productos biodegradables (como FreeMet 😉).

4) Deja todo lo que encuentres

Nada “sobra” en la naturaleza, todo en ella cumple un rol específico en el ecosistema y/o en la historia del lugar. Para preservar la riqueza del entorno, debemos dejar todo lo que encontramos y no llevarnos “recuerdos”: plantas, piedras, flores, fósiles, etc. Al remover estos elementos, alteramos el hábitat de la vida silvestre, y además privamos a futuros visitantes de descubrirlos y apreciarlos.

Maravíllate con los elementos y estructuras naturales del entorno, sin tocarlos ni llevártelos contigo. No introduzcas objetos ni especies ajenas al lugar, y tampoco alteres el espacio, por ejemplo construyendo trincheras o muebles en el sitio de campamento.

5) Minimiza el uso e impacto de fogatas

Si bien antaño las fogatas fueron imprescindibles para generar calor y cocinar, actualmente es posible y preferible acampar sin ellas. Así prevenimos los incendios forestales, y reducimos la degradación de los sitios de campamento, por la erosión del suelo como por el uso de leña y ramas para quemar.

Lleva contigo cocinilla a gas y los utensilios necesarios para cocinar, y usa linternas cuando necesites luz. No hagas fogatas a no ser que tengas el conocimiento y experiencia para hacerlo de forma segura, responsable, y sin dejar huella.

6) Respeta la flora y fauna silvestre

Cuando estamos en la naturaleza estamos de visita el hogar de incontables especies silvestres, y tenemos la responsabilidad de preservar la riqueza y la biodiversidad del entorno. Actividades que parecen inocuas como alimentar a un animal tienen consecuencias devastadoras para ese individuo y su comunidad, y por extensión para todo el ecosistema.

No te acerques, alimentes, molestes ni mates la fauna silvestre, y tampoco introduzcas especies exóticas: si viajas con mascotas deben estar siempre bajo supervisión y con correa.

7) Sé considerado con otros visitantes

¿Has querido alguna vez disfrutar de una plácida puesta de sol, o de una vista de montaña increible sólo para verte interrumpido por gente gritando o escuchando música a todo volumen? Uno de los principios éticos más importantes de las actividades al aire libre es tener consideración con otros y permitir que también puedan disfrutar de lo que la naturaleza ofrece.

Trata a otros con cortesía, respeto y amabilidad, y deja que prevalezcan los sonidos de la naturaleza: evita gritar, hablar fuerte y generar ruidos. Recuerda controlar a tus mascotas y que tu estadía sea lo menos invasiva posible, tanto como para la vida silvestre como para los otros visitantes.

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