Si pudieras elegir, ¿optarías por tener en tu casa un químico altamente tóxico y reactivo, que daña las vías respiratorias, provoca cáncer e incluso la muerte? ¿Lo usarías diariamente, sabiendo que emana gases tóxicos que permanecen en los espacios cerrados de tu casa?
Parece una locura o exageración, pero eso es exactamente lo que muchas familias -¡sin saberlo!- tienen en sus casas: cloro, lavandina o lejía.
Basados en la idea errónea de que el cloro “es lo único que realmente limpia y desinfecta”, la gran mayoría de nosotros ha usado cloro alguna vez (o toda la vida), pero pocos conocen a cabalidad los verdaderos riesgos que conlleva su uso.
¿Qué es el cloro y por qué es peligroso?
El cloro de uso doméstico es una solución en agua de hipoclorito de sodio (o hipoclorito sódico), que se encuentra en blanqueadores de ropa, purificadores de agua y productos de limpieza, desinfección y de eliminación de algas y hongos.
El hipoclorito de sodio es un compuesto químico tóxico, corrosivo e irritante, y el Sistema de Clasificación de Toxicidad de la EPA (Agencia de Protección Ambiental de EEUU) lo categoriza como Nivel 1 (el más alto): altamente tóxico y corrosivo para la piel, ojos y superficies.
¿Has tenido tos, náuseas o migrañas al limpiar tu casa?
La inhalación de los gases del cloro puede causar reacciones alérgicas y problemas respiratorios, como picor de ojos y nariz, tos, falta de aire, migrañas, asma, debilidad muscular, malestares estomacales, lesiones al esófago, náuseas, daño al sistema nervioso y cáncer.
Quienes son más vulnerables a sus efectos son los niños, porque sus pulmones están en desarrollo, y las personas que sufren de problemas respiratorios como asma, neumonía o enfisema.
De acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Bergen, mujeres que usan periódicamente productos de limpieza que irritan las vías respiratorias (incluso si es sólo una vez a la semana), presentan un mayor deterioro en su función pulmonar a la largo plazo, y el daño es comparable ¡a fumar una cajetilla de cigarros al día!
Por otro lado, el cloro es dañino para la piel y las membranas mucosas. ¿Has notado alguna vez que si te cae cloro en manos se sienten resbalosas? La naturaleza alcalina del cloro altera y degrada los aceites naturales y las proteínas de la capa más externa de tu piel: la exposición repetitiva, prolongada y/o a altas concentraciones de cloro puede provocar quemaduras químicas y daño celular.
Hay que tener especial cuidado en casas con niños y mascotas, ya que la ingesta accidental puede causar la muerte. Cualquier superficie que ha sido desinfectada con cloro debe ser enjuagada después de su uso (incluso si ya está seca), de lo contrario niños y mascotas que toquen y/o laman dichas superficies pueden sufrir daños a la piel y/o al sistema digestivo.
¿Mezclas cloro con otros productos, para “potenciar” su efecto?
El cloro es un compuesto inestable y reactivo, y cuando se mezcla con otros químicos es aún más tóxico: genera gases y vapores que se acumulan en el hogar poniendo a toda la familia en riesgo. Es por esta razón que el cloro nunca debería mezclarse con otros productos de limpieza.
Cuando se mezcla con AMONIACO, presente en la orina y productos de limpieza convencionales, se libera CLORAMINA, un gas tóxico y dañino para los ojos, la garganta, el sistema respiratorio y los órganos internos.
Según la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA), la cloramina es una sustancia tóxica aguda por inhalación de categoría 3 y posee una concentración letal entre 100 ppm y 500 ppm. Esto significa que una persona podría llegar a morir si recibe una dosis de ¡menos de una cuarta parte de una gota de agua!
Cuando se mezcla con ácidos como el VINAGRE, se libera GAS CLORO, un gas que se ha usado en guerras como arma biológica y que irrita los ojos, la piel, las membranas mucosas, los pulmones, y puede causar la muerte.
Cuando se mezcla con ALCOHOL ISOPROPÍLICO (presente en desinfectantes y productos de limpieza), se libera entre otras sustancias CLOROFORMO. El cloroformo es cancerígeno y puede dañar de forma permanente el sistema nervioso, riñones, hígado, ojos y sistema respiratorio.
¿Lavas tus frutas y verduras con una gotita de cloro?
Cuando lavas tus frutas y verduras con cloro, éste interactúa con la materia orgánica presente en el agua generando subproductos cancerígenos como los trihalometanos (THMs), entre los cuales se encuentran el Cloroformo, Bromodiclorometano, Dibromoclorometano y Bromoformo, sustancias que al ser ingeridas a largo plazo pueden producir cáncer y son especialmente dañinas para la vejiga y el colon.
¿Es verdad que el cloro "lo único" que realmente desinfecta?
¡Por supuesto que no! Existen alternativas para la desinfección igual de efectivas y que no son una amenaza para tu familia.
En FreeMet consideramos que los riesgos que presenta el hipoclorito de sodio son muchísimo mayores a sus supuestos beneficios, y que mantener tu casa impecable y con olor a limpio nunca debería poner en peligro tu salud.
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