¡Y llegó el verano! Planear las vacaciones puede ser estresante: recién estuvimos abriendo regalos y brindando por el año nuevo, y ahora nos damos cuenta de que la temporada alta de veraneo comenzó hace rato y no tenemos ningún plan concreto. Venimos con el ritmo de trabajo de todo el año, no hemos tenido pausa y queremos decidir (¡ahora ya!) a dónde nos vamos a ir.
Pero ¿qué tal si decidimos... quedarnos?
¿Has oído sobre del Turismo Doméstico o Interno? Un turista doméstico es cualquier persona que realice un viaje de turismo dentro de su propio país, incluso si es por el día. Es innegable que en Chile tenemos incontables destinos espectaculares que no sólo los chilenos, sino que también muchos extranjeros querrían visitar: conocer las Torres del Paine, por ejemplo, es un sueño compartido por muchos de nosotros.
Sin embargo, hoy queremos proponerte ir un paso más allá en la idea de hacer turismo local. Porque lo local también es nuestra región, ciudad, o incluso la comuna o barrio donde vivimos. A veces lo que tenemos más cerca es lo que menos nos damos el tiempo de observar. Puede que te haya pasado alguna vez que recibiste visitas (un familiar que vive lejos, o amigos extranjeros) y no se te ocurría a dónde llevarlos o qué mostrarles.
El turismo doméstico tiene dos grandes ventajas: beneficios medioambientales y beneficios económicos. Al hacer turismo local disminuyes considerablemente tu huella de carbono asociada al transporte (¡en un 100% si caminas o vas en bicicleta!). Según datos del Ministerio de Medio Ambiente publicados en 2020, el sector de transporte es responsable de casi un 25,5% del total de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de Chile; lamentablemente, esto aplica tanto al tráfico en la ciudad cuando vamos al trabajo, como también a cuando estamos de vacaciones.
Por otro lado, turistear en tu región te ahorra la bencina o los pasajes, y te permite reducir o eliminar los gastos de alojamiento, lo cual tiene un beneficio extra: al abaratar costos puedes extender tu presupuesto y disfrutar de más actividades o durante más días. También es provechoso para la economía regional, ya que estás reinvirtiendo tus valiosos recursos en tu propia localidad, contribuyendo de forma directa a su desarrollo y prosperidad.
Pero lo más hermoso es que es una oportunidad para ver y apreciar nuestra cultura con otros ojos. ¿Cómo podemos valorar y contribuir a preservar lo nuestro si no sabemos lo que tenemos? Nuestra región no sólo nos da un lugar para vivir: también nos da una identidad y un sentido de pertenencia. Nuestras vidas están profundamente entretejidas con los lugares que recorremos a diario (¿recuerdas cómo te sentiste la última vez que volviste al barrio en donde creciste o estudiaste?). Al explorar nuestro entorno, nos exploramos a nosotros mismos: recordando, redescubriendo y revinculándonos con nuestra historia y con quienes somos.
Aquí te dejamos algunas ideas:
- Averigua sobre museos y centros culturales en tu ciudad, ¿los has visitado alguna vez?
- Aprende sobre la historia de tu región y/o comuna, y ve a conocer áreas que nunca te has dado el tiempo de recorrer. ¡Podrías participar de un tour guiado por tu ciudad!
- Date un gusto y por fin ve a cenar a ese restaurante que siempre ves de camino al trabajo, y que estabas reservando para una fecha especial.
- Abre un mapa (o googlemaps) y mira qué nombres aparecen alrededor de donde vives. Organiza un paseo por el día o una escapada de una o dos noches.
- ¡Anda a la playa! Tenemos la fortuna de vivir en un país en donde el mar casi siempre está sólo a algunas horas de distancia. Visita una playa a la que nunca has ido. Si ya vives en la costa, busca los lagos o ríos que hayan hacia el interior.
- Descubre los Parque Nacionales de tu región. En Chile contamos 106 áreas silvestres protegidas: 42 Parques Nacionales, 46 Reservas Nacionales y 18 Monumentos Naturales. ¡Es probable que haya alguno más cerca de lo que crees!
En FreeMet creemos que ser turista o viajero no necesariamente se define por la distancia física que se recorre, sino que es también la actitud que se tiene frente al lugar donde nos encontramos. Por supuesto que viajar al otro extremo del país y/o internacionalmente puede ser una experiencia increíble, y si tenemos las ganas y la oportunidad de hacerlo, maravilloso! Pero no olvidemos que no es la única forma de viajar.
Este verano, hagámonos la pregunta: ¿qué lugares en mi región me gustaría conocer? Porque para variar un poco, a veces quedarnos de vacaciones puede ser la mejor opción.