
La búsqueda por reducir nuestros desechos plásticos, nos ha llevado como sociedad a preferir materiales alternativos “más ecológicos” como el vidrio, papel o tetrapack. Sin embargo, el tema no es tan sencillo como parece.
La sustentabilidad de un material no sólo se define por su reciclabilidad, sino que debe considerar todas sus etapas de vida: extracción de materias primas, agua y energía necesarias para su fabricación, usabilidad, durabilidad, transporte, reciclabilidad, biodegradabilidad, impactos medioambientales a largo plazo, etc.
Y entonces la respuesta a qué es más sustentable, no siempre es tan clara. Hoy exploraremos algunas de las ventajas y desventajas del vidrio en comparación al plástico.
El material que se puede reciclar infinitamente
Efectivamente, el vidrio se puede reutilizar y reciclar infinitas veces sin perder calidad, pureza ni durabilidad: se muele y se vuelve a derretir para producir más vidrio.
El reciclaje del plástico no es tan sencillo: no todos los plásticos son reciclables, e incluso cuando lo son, sólo se pueden reciclar un número limitado de veces.
El vidrio está hecho principalmente de arena de sílice (dióxido de silicio) mezclada con otros minerales que se encuentran en estado natural en la tierra, por lo que es un material que no presenta mayores riesgos de contaminación ambiental.
Por el contrario, el plástico es un material sintético no biodegradable que persiste y se acumula en el medio ambiente, contaminando suelos y cursos de agua, y transportando y filtrando químicos potencialmente tóxicos a través de los ecosistemas.
En cuanto al almacenaje de alimentos y bebestibles, el vidrio es considerado un material no tóxico y no poroso, lo cual significa que no transfiere químicos o toxinas a los alimentos que contiene.
En cambio el plástico puede no ser la opción más segura para los comestibles, ya que dependiendo de su composición y calidad (y especialmente cuando es expuesto al calor) puede transferir a los alimentos sustancias químicas dañinas para la salud, como el disruptor endocrino bisfenol A (BPA) y sus sustitutos.
Lo que no sabías acerca del vidrio
Las materias primas del vidrio se derriten a una temperatura de 1600°C.
Es decir, para producir vidrio se necesita combustible. Mucho combustible. Esto aumenta considerablemente su emisiones de carbono en comparación a otros materiales: el plástico se derrite a temperaturas entre los 70°C y 200°C.
De hecho, un estudio de la Universidad Southampton en Inglaterra, concluyó que las botellas de plástico tienen una huella de carbono menor a las botellas de vidrio, precisamente porque su producción consume menos energía (a pesar de que el plástico no se puede reciclar infinitamente). Sorprendente, ¿no?
La gran desventaja del reciclaje de vidrio es que permite ahorrar sólo un 30% de energía en comparación a producirlo desde cero. Esto es debido a que para reciclarlo de todas maneras hay que derretirlo, lo que representa un 75% de la energía de todo el proceso de producción. En contraste y según la EPA (Agencia de Protección Ambiental de USA), reciclar plástico ahorra un 70% de energía.
Otro inconveniente es que el vidrio es mucho más pesado que el plástico.
Para producir una botella de vidrio, se requiere mucho más material que para hacer una botella de plástico del mismo tamaño. Esto significa que producir vidrio requiere de la extracción de más materias primas, y que sus costos y emisiones de gases por transporte son mucho mayores.
Y a propósito de extracción de materias primas.
Es sabido que la extracción de petróleo para producir plástico, está vinculada a la degradación de la tierra, contaminación de aguas, deforestación y emisiones de gases de carbono. Sin embargo, para producir vidrio también necesitamos extraer materias primas de la tierra.
La extracción de arena de sílice no es exactamente inocua para el medio ambiente: también conlleva a la erosión de suelos, destrucción de ecosistemas, pérdida de biodiversidad, entre otros, y requiere de grandes cantidades de agua para ser procesada.
Además, la inhalación prolongada de polvo de sílice puede provocar serias enfermedades respiratorias como silicosis, cáncer de pulmón, o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Ningún material es perfecto
Considerando su ciclo de vida completo, vemos que el vidrio -igual que otros materiales- no es perfecto y también tiene efectos negativos sobre el medio ambiente.
¿Significa esto que el vidrio es malo y nadie debería usarlo nunca más?
¡Por supuesto que no! El vidrio es un material que nos ofrece maravillosos beneficios, y es posible disfrutar de sus virtudes sin negar o ignorar sus desventajas. Lo interesante es que lo mismo se puede decir sobre otros materiales como el plástico.
Entonces, ¿qué usamos? ¿vidrio o plástico? ¿qué es más sustentable? No hay una respuesta absoluta a esta pregunta, y quizás no es la pregunta más importante o productiva que nos podemos hacer.
Si en su lugar nos preguntarnos ¿cómo podemos usar el vidrio y el plástico más sustentablemente? ó ¿cómo podemos aprovechar los beneficios del vidrio y del plástico reduciendo sus efectos negativos al máximo?, entonces las respuestas se irán volviendo más claras, e iremos encontrando caminos que verdaderamente nos lleven a una vida más sustentable.